Multa a Ryanair por engañar a consumidores sobre su balance ambiental

Avión de Ryanair visto desde la ventanilla de otro avión
Foto: T&E

El gigante europeo de la aviación low-cost ha sido sancionado por la Autoridad de Estándares de Publicidad del Reino Unido por afirmaciones engañosas de que es una aerolínea ecológica. La empresa afirmaba ser la aerolínea europea con menos emisiones cuando, en realidad, sus emisiones de CO2 se incrementaron un 50% en cinco años, poniéndola en la lista de los 10 principales emisores de la UE.

La campaña verde y el grupo de investigación Transport & Environment (T&E) felicitaron la decisión de las autoridades y subrayaron que el fallo «disipa los mitos verdes de Ryanair y muestra la necesidad de que los legisladores hagan finalmente algo con respecto a las emisiones de las aerolíneas». La plataforma señala que esta decisión deja claro que la aerolínea «engaña a los consumidores en anuncios de prensa, televisión y radio afirmando que es baja en CO2 y la aerolínea europea con menos emisiones. El organismo de control de los anuncios dictaminó que se trata de afirmaciones falsas.

Orden de retirar las afirmaciones sobre «credenciales verdes»

«Ryanair debería dejar de hacer un lavado verde y empezar a hacer algo para hacer frente a sus altísimas emisiones. Esta decisión es un recordatorio de que el impacto climático del sector de la aviación se está disparando debido a las décadas de vacaciones fiscales y a la casi nula regulación de su contaminación. Los gobiernos europeos deben acordar sin demora y de forma bilateral la imposición de impuestos al combustible de aviación hasta que el Vicepresidente de la UE Timmermans asegure el fin de la exención fiscal», ha declarado Jo Dardenne, responsable del área de aviación de T&E.

Se ha ordenado a Ryanair que retire las afirmaciones engañosas sobre sus credenciales «verdes». Las emisiones de CO2 de la aerolínea aumentaron un 50% en cinco años (de 6,6 Mt de CO2 en 2013 a 9,9 en 2019), colocándola en la lista de los 10 principales emisores de la UE (estaba en el 17º puesto en 2016 y en el 12º en 2017). Sin embargo, a pesar de la creciente contaminación de las aerolíneas, el sector no paga ningún impuesto sobre su combustible y no tiene ninguna obligación de empezar a utilizar combustibles más nuevos y limpios como el queroseno sintético.

Las emisiones de todos los vuelos que salen de los aeropuertos de la UE han aumentado del 1,4% del total de las emisiones de la UE en 1990 al 3,7% en la actualidad. Si no se mitigan, se prevé que las emisiones de la aviación se dupliquen o tripliquen para el año 2050 y que, al hacerlo, consuman hasta una cuarta parte del presupuesto mundial de carbono en un escenario de 1,5 grados.