Consiguen ponerla a salvo arrastrándola desde el mar con flotadores.

Se había precipitado en una zona de acantilados a un área rocosa de muy complejo acceso y allí permaneció alrededor de una semana. La presión ciudadana, liderada por el colectivo Huellas Cantabria, consiguió finalmente que se pusiese en marcha un operativo. Efectivos del gobierno de Cantabria y del municipio de Laredo trataron de rescatarla.
Sorprendentemente, y pese a haber sufrido una caída de casi veinte metros, la res estaba, aunque magullada, en buen estado de salud. Así, finalmente, y ante la imposibilidad de acceder al lugar por tierra, una embarcación de la Cruz Roja pudo acercarse por vía marítima. Con un conjunto de flotadores, Ayla pudo al fin ser trasladada hasta el puerto de Laredo antes de que arreciase el temporal previsto.