Peatones, bicicletas y transporte público: claves para una «normalidad» sin atascos ni contaminación

En la vuelta a lo que se ha llamado la ‘nueva normalidad’ es urgente y necesario tomar medidas que reduzcan el tráfico y devuelvan el espacio a viandantes, bicicletas y transporte público.

Desde Ecologistas en Acción advierten contra el peligro de que la sensación de seguridad que muchas personas puedan ver en el uso de coche individual pueda generar un aumento del tráfico de vehículos y con ello de la contaminación atmosférica. Recuerdan que durante las semanas de confinamiento por la pandemia por coronavirus el tráfico interurbano y el tráfico en el acceso a las principales ciudades del Estado español ha disminuido en torno al 70 %. Esto redujo la contaminación hasta en un 58 %, además de dejar imágenes insólitas de calzadas y carreteras libres de vehículos.

Para no volver a un escenario de espacios urbanos inhabitables e insostenibles, Ecologistas en Acción propone medidas dirigidas a disminuir las necesidades de desplazamiento, facilitar la movilidad peatonal y ciclista, además de garantizar un transporte público de calidad que ofrezca todas las garantías posibles para la salud y el bienestar de la ciudadanía. Estas son las propuestas:

Medidas para reducir los desplazamientos

  1. Reducir necesidades de transporte, fomentando el teletrabajo, la compra de proximidad y, la administración electrónica.
  2. Reducir al máximo la aparición de horas punta, con medidas como el escalonamiento de horarios de entrada y salida a los puestos de trabajo y flexibilización de horarios.
  3. Impulsar campañas a favor de los desplazamientos a pie y en bicicleta para trayectos de menos de 6 km.
  4. Crear zonas verdes temporales, utilizando macetas y mobiliario urbano para evitar aglomeraciones en parques y jardines y reducir desplazamientos a lugares de recreo. Asimismo, posibilitar paseos guardando las medidas de seguridad.

ideas para reducir espacio a coches

Medidas para facilitar y fomentar los desplazamientos a pie

  1. Ampliar las aceras para facilitar el distanciamiento físico. Se puede realizar a costa del espacio de la calzada o de la banda de aparcamiento.
  2. Establecer calles compartidas y zonas con prioridad peatonal, en las calles en las que no se puedan ampliar las aceras. Las personas tendrán prioridad para desplazarse caminando por la calzada (en las calles compartidas no existe separación calzada-acera).
  3. Ubicar terrazas, contenedores y aparcamiento de motos preferentemente en la calzada y no en la acera.
  4. Reducir los límites de velocidad de circulación en las ciudades, con la generalización de calles a 30 km/h, 20 km/h y 10 km/h para facilitar la movilidad activa.
  5. Restringir la circulación de vehículos de motor en torno a los centros docentes ,en horas de entrada y salida del alumnado.
  6. Automatizar semáforos y reducir los tiempos de espera para impedir aglomeraciones en pasos de peatones.

Medidas para fomentar los desplazamientos en bici

  1. Implantar redes y corredores ciclistas de emergencia de uso no obligatorio.
  2. Establecer una línea de financiación estatal y autonómica para estas infraestructuras ciclistas de emergencia.
  3. Promover aparcamientos seguros en puntos estratégicos (intercambiadores de transporte público, edificios de la administración y estaciones de tren)
  4. Implantar sistemas de estacionamiento de bicicletas en los centros de trabajo.
  5. Generar un plan de ayudas para la adquisición y reparación de bicicletas por particulares.
    Fomentar orogramas de aprendizaje para montar en bicicleta.
  6. Facilitar y potenciar la intermodalidad, permitiendo viajar con bicicleta en el transporte público.

Medidas para potenciar el transporte público

  1. Ampliar el número y dimensión de los carriles bus en las zonas urbanas y priorizarlos en los semáforos.
  2. Habilitar carriles bus en las vías de titularidad estatal de entrada en las grandes ciudades.
  3. Asegurar una adecuada oferta de transporte público, dimensionando la red actual (cobertura y frecuencias) de acuerdo con las necesidades reales de movilidad de la población.
  4. Mejorar la información pública en tiempo real sobre opciones de transporte público, tiempos de espera y alternativas existentes, para distribuir la demanda de forma más adecuada.
  5. Aprobar urgentemente una ley estatal de financiación del transporte público.
  6. Reducir las millonarias inversiones previstas en nuevas infraestructuras viarias, y reorientarlas a mejorar los servicios e infraestructuras del transporte público.
  7. Transferir de manera urgente desde el Ministerio de Hacienda una subvención extraordinaria para el mantenimiento del transporte urbano a los ayuntamientos.
  8. Crear un fondo de compensación para movilidad por parte de todas las administraciones competentes con el objetivo de suplir la pérdida por ingreso tarifario durante y después de la crisis por el COVID-19 a los operadores que, además de seguir prestando servicio, han tenido que asumir gastos extraordinarios.
  9. Condicionar la recepción de ayudas extraordinarias a que los ayuntamientos destinen carriles de circulación para mejorar la movilidad peatonal, ciclista y colectiva frente al coche. El Ministerio de Transportes, Movilidad Sostenible y Seguridad Vial deberá proporcionar una guía para este efecto.
  10. Reforzar la seguridad sanitaria en el transporte público.
  11. Intensificar las tareas de limpieza y desinfección de vehículos y estaciones.
  12. Disponer de informaciones e indicaciones claras en las estaciones y vehículos para asegurar que no se supere el aforo recomendado y las distancias de seguridad: vestíbulos de entrada y salida unidireccionales, pegatina en asientos e indicaciones en los andenes.
  13. Dotar a las distintas plantillas del transporte público (conductores, personal de estación y mantenimiento) de las medidas de prevención y protección necesarias.
  14. Revertir el desmantelamiento del tren de cercanía y fomentarlo como servicio vertebrador que fija población en rural. Potenciar así mismo el tren de media y larga distancia tanto de pasajeros como de mercancías.

Plan para el impulso del transporte público en espacios urbanos

Zonas de bajas emisiones

Unidas a las medidas anteriores, en los próximos meses, y en todo caso antes de 2023 las ciudades de más de 50.000 habitantes deberán implantar zonas de bajas emisiones. Deben ser suficientemente ambiciosas para conseguir reducir la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero. Algunas características que deben reunir:

  1. Restringir la entrada a los vehículos más contaminantes
  2. Convertirlas en Zonas Cero Emisiones lo antes posible
  3. La zona con circulación restringida debe ser amplia
  4. Fomentar desplazamientos a pie, en bici y en transporte público
  5. Con alternativas de transporte para todo el mundo