La localidad de Lopburi, al noreste de la capital de Tailandia, es una conocida área turística del país a la que, en muchas ocasiones, escuchamos definir también como «la ciudad de los monos». Y es que la cantidad de monos en su visitada área de templos sorprende a los visitantes, que a menudo les proporcionan alimento. Un hecho este, el de recibir alimento por parte de los turistas, al que los simios se han acostumbrado.
Esta forma de alimentación se ha visto radicalmente cortada debido a la actual pandemia mundial por coronavirus. A tal punto que, la ausencia de turistas en el área ha obligado a los monos de la zona a buscar otras formas de alimentarse. Y aquí, según relataba estos días el diario local Bangkok Post, surge el problema. Ya que, según parece, hasta ahora, los monos se agrupaban en dos «bandas» bien definidas. Por un lado los monos del templo. Y por otro los monos de la ciudad. Cada grupo controlando su territorio. Incluso una línea ferroviaria delimita con bastante precisión el área de influencia de cada «banda».
Unos límites que se han visto rotos por la necesidad de alimento de los monos del templo y que ha desembocado en inéditos y masivos enfrentamientos en plenas calles de Lopburi. Los vecinos, que afirman no haber visto nunca un comportamiento tan agresivo en los simios locales, relacionan lo sucedido, que han documentado en redes sociales, con la actual pandemia. Biew Um-in, taxista local, relataba para la prensa haber sido testigo de como el líder de la «pandilla» del templo guiaba a sus miembros hasta el área controlada por la banda de la ciudad para luchar por la comida en un mercado.