Amigos de la Tierra denuncia la «amenaza» de esta medida e insiste en que no es una acción climática efectiva.
Los mercados de carbono figuran de nuevo en la agenda de la COP25 como una supuesta solución. «Pero nada más lejos de la realidad», lamenta Amigos de la Tierra. «Está probado que los mercados de carbono no reducen las emisiones ni constituyen una acción climática adecuada. Además, generan impactos muy graves para las comunidades locales y las poblaciones indígenas», denuncian. Las empresas más contaminantes, las principales responsables de la crisis climática, «deben estar frotándose las manos con su posible inclusión, la cual las fortalecería, y a su vez dilataría en el tiempo la reducción de emisiones necesaria para actuar en coherencia con la ciencia, y no sobrepasar los 1,5ºC de aumento de temperatura», ha declarado Dipti Bhatnagar, de Mozambique, coordinadora del programa de Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional.
Para Amigos de la Tierra la única garantía de una reducción de emisiones real para hacer frente a la crisis climática es el abandono completo del uso de combustibles fósiles. A su vez considera de vital importancia aportar y fijar un flujo suficiente de financiación del Norte al Sur Global. Los países industrializados, principales responsables de la situación emergencia actual, «deben pagar la deuda ecológica que han generado históricamente según el principio de distribución equitativa de responsabilidades, incluyendo pérdidas y daños, y propiciar una transición justa».
El colectivo ecologista considera una amenaza la nueva puesta en escena de los mercados de carbono. «Estos mecanismos vuelven a figurar en la agenda de las negociaciones y, de ser aprobados, representarán una gran amenaza de cara a poner a las Partes firmantes del Acuerdo en consonancia con la senda del 1,5ºC que sugiere la ciencia del clima, para evitar los peores efectos del cambio climático de ahora a finales de siglo».