Las tortugas gigantes de Galápagos en peligro de extinción siguen tragando plástico

“Los plásticos perduran en el ambiente mucho más tiempo que la utilidad que se le brinda al producto y pensamos que las tortugas confunden estos desechos con comida. Las tortugas gigantes pueden tardar hasta 28 días en digerir lo que comen por lo que nos preocupa el impacto que puede tener la ingestión de desechos no orgánicos, pues esto podría desencadenar numerosos efectos negativos sobre la salud de los animales, incluyendo lesiones, obstrucciones intestinales e incluso cambios hormonales debido a los componentes químicos que se encuentran en dichos materiales”.

Tortugas gigantes de Santa Cruz / Foto de Juan Manuel García -Fundación Charles Darwin (FCD)

Así lo explica Karina Ramón, autora principal del estudio publicado en noviembre de 2023 en la revista Environmental Pollution. El estudio ha sido elaborado por investigadores/as de la Fundación Charles Darwin (FCD), la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), el Zoológico de Saint Louis, la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad James Cook en Australia. Consistió en la evaluación de la ingestión de desechos por parte de las tortugas gigantes del oeste de Santa Cruz (Chelonoidis porteri), clasificadas como “en peligro crítico” por La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Presión crítica sobre las tortugas derivada de la actividad humana

La investigación forma parte de la tesis de licenciatura de Karina Ramón, joven galapagueña apasionada por las tortugas terrestres de Galápagos. En su transcurso se analizaron más de 5.500 muestras fecales en zonas donde los quelonios entran en contacto con actividades humanas, y más de 1.000 muestras en zonas protegidas del Parque Nacional.

Los resultados evidenciaron que las tortugas gigantes consumen con mayor frecuencia desechos producidos por la actividad humana en zonas intervenidas por el ser humano, como el oeste de Santa Cruz, mientras que, en las áreas protegidas, la exposición a estos desechos es casi nula.

  • Zonas cerca del área urbana: En total, se encontraron 590 objetos de desecho en los excrementos colectados en las zonas intervenidas por el ser humano, lo que equivale a 3.97 objetos/kilo de heces. Eso incluye zonas de agricultura, carreteras de primer y segundo orden, zonas industriales y urbanas de Puerto Ayora.
  • Zona protegida del Parque Nacional: Solamente se encontraron dos fragmentos de plástico en las muestras colectadas en el área protegida, equivalente a 0.08 objetos/kilo de heces.
  • Composición de objetos de desecho: Más del 86.3% de los residuos encontrados en zonas de actividad humana eran plásticos. Otros materiales encontrados incluyen tela (8.4%), metal (2%), papel y cartón (1.7%), materiales de construcción (0.5%), y vidrio (0.3%). En una misma muestra fecal se puede encontrar varios objetos.

La población humana de Galápagos ha aumentado drásticamente en las últimas décadas, y es un patrón relacionado al incremento del turismo, acelerando las presiones antropogénicas sobre los sistemas naturales del archipiélago.

“En Galápagos las acciones de conservación están un paso adelante en lo que respecta al consumo de plástico. En el 2015 se expidieron regulaciones para prohibir la comercialización y uso de numerosos artículos plásticos de un solo uso, incluyendo sorbetes y fundas tipo camiseta, una acción que aún no se aplica en su totalidad en el continente. Sin embargo, la cantidad de plástico desechable que se comercializa en Galápagos sigue siendo muy alta. Es fundamental que las autoridades locales refuercen las leyes y normativas existentes e implanten estrictas medidas de control para limitar el uso de plásticos en Galápagos, e impedir que acaben contaminando los ecosistemas terrestres y marinos”, explica la doctora Ainoa Nieto Claudín, autora senior de este estudio, veterinaria de fauna silvestre por el Zoológico de Saint Louis, y colaboradora de la FCD, en la nota de prensa distribuída por la Fundación Charles Darwin.