
El proyecto ideado en 2018 por Douglas Macartney es desarrollada por un equipo de jóvenes ingenieros.

Contaba el joven Douglas Macartney que el origen de su idea estuvo en el concepto de kit “móntatelo tu mismo” del gigante sueco Ikea. Inspirado en ese modelo de trabajo, en 2018 y cuando sólo contaba quince años, diseño este proyecto de aerogenerador mientras estudiaba en la Royal High School de Edimburgo. Su deseo era en esa época que en un proyecto de ese tipo pudiese usarse en poblaciones desfavorecidas e incluso en un campo de refugiados.
Apenas cinco años después de ser ideado, un equipo de ingenieros de la Glasgow Caledonian University ha hecho realidad su diseño. MaCartney es ahora un estudiante universitario de matemáticas en la Cambridge University y ve con satisfacción como lo que era una idea sobre papel se convierte en un prototipo funcional. De hecho, el éxito de la iniciativa se plasma en su incorporación al proyecto Angaza Africa y su próxima implementación en Kenya.
Fabricación e instalación del aerogenerador
El sistema plano del aerogenerador está pensado para hacer más fácil su transporte, despliegue e instalación. Este pequeño aerogenerador puede alimentar perfectamente una lámpara y un par de conexiones USB. Además, el diseño final incluye su interconexión con paneles solares. Sus promotores consideran que no sólo su montaje por parte de comunidades locales será muy sencillo, sino que incluso podrían llegar a fabricarlo con un aprendizaje relativamente fácil.
En 2019, el proyecto fue seleccionado entre miles de propuestas en el marco de la competición organizada por la organización escocesa Primary Engineer. Ganaría relevancia posteriormente durante su presentación en la COP26. Y en 2020, la Glasgow Caledonian University inició el camino para hacer realidad el proyecto en África, junto con la empresa de innovación sostenible DeCourcy Alexander y la empresa keniana E-Safiri Charging Limited.
Una idea brillante, un concepto viable
“El prototipo es pequeño, pero la turbina eólica podría generar suficiente electricidad para encender una luz y dos tomas USB en una zona de socorro o un campo de refugiados. La reciente incorporación de paneles solares se inspiró en parte en la idea original de Douglas y en parte en los comentarios de un socio de investigación de Innovate UK. Todos nuestros cálculos muestran que el concepto es viable. Es una idea brillante”, subraya Andrew Cowell, profesor titular de GCU y supervisor del proyecto: «Era un concepto muy maduro. Tomamos la idea de Douglas y le pusimos mucho pensamiento de ingeniería».
“Trabajar con el equipo de GCU ha sido excelente. Ha sido increíble ver cómo una idea en papel se ha convertido en un prototipo funcional. Me ha resultado interesante ver como ha evolucionado con el tiempo y el proceso de trabajar en un proyecto como este. Ha brindado muchas oportunidades y ha resultado en mucho más de lo que hubiera creído posible cuando se me ocurrió el diseño”, ha comentado el joven Douglas.