La inédita adopción del joven macaco herido Pipo por un grupo de congéneres

Un macaco adulto revisando y consolando las heridas del joven macaco Pipo
El joven Pipo herido se retiró a un árbol después de ser atropellado por un automóvil y se quedó atrás cuando no pudo seguir a su grupo natal. Aquí vemos como después de ser adoptado por otro grupo, un adulto inspecciona las heridas de Pipo / Foto: Liz A. D. Campbell

Se creía que este tipo de cuidados sólo lo brindaban a pequeños bebés.

Los macacos de Berbería (Macaca sylvanus) son una curiosa variedad de esta especie. Se les conoce también como monos de Gibraltar o mona rabona. Su hábitat principal son las montañas del norte de África, pero también, de ahí su otra denominación, la zona del Peñón de Gibraltar. De hecho, es el único primate que vive en libertad en Europa y, de entre su género específico, el único tipo de macaco que podemos encontrar fuera de Asia.

Se trata de un animal muy sociable y actualmente en peligro de extinción debido al comercio ilegal al que se ha visto sometida la especie. Y los científicos han sido recientemente testigos de un caso singular sucedido en el entorno del Parque Nacional de Ifrane, en Marruecos. Un joven macaco de unos tres años de edad había salido gravemente herido golpeado por un vehículo, siendo separado de su familia. El joven ejemplar fue encontrado un par de días más tarde por otro grupo de macacos. Y ante la estupefacción de los investigadores, los macacos adultos procedieron a consolarlo y posteriormente se lo llevaron para cuidarlo, durante cuatro meses, hasta que hubo recuperado su salud.

Lo acontecido con Pipo, que es como fue bautizado el animal herido, no es habitual. Hasta ahora se creía que este tipo de comportamiento sólo se producía con los más pequeños o simples bebés, que si se había visto que eran acogidos para su adopción y cuidado por los adultos. Los científicos son muy optimistas respecto a este descubrimiento. Hay que recordar que para poder devolverlos con éxito a la naturaleza, y son muchos los casos de confiscaciones fruto del comercio ilegal con la especie, deben estar necesariamente con un grupo, para que su reintegración a la vida salvaje tenga éxito. Por tanto, el método convencional pasa por la liberación de grupos formados en cautiverio. El hallazgo que relata en la revista Primates la investigadora Liz A. D. Campbell sugiere que podrían tratar de liberarse a jóvenes ejemplares que se integrasen directamente en grupos ya libres en su propio hábitat.

Fuente: Fostering of a wild, injured, juvenile by a neighbouring group: implications for rehabilitation and release of Barbary macaques confiscated from illegal trade. Por Liz A. D. Campbell. En Revista Primates. International Fund for Animal Welfare (IFAW), Azrou, Morocco. WildCRU, Department of Zoology. University of Oxford. Oxford. UK