Juventud por el Clima alza la voz para exigir un cambio en el sistema energético

  • Juventud por el Clima se moviliza en 20 ciudades españolas este 23 de septiembre como respuesta a la crisis climática y energética.
  • Reclaman que la energía sea un derecho, no un privilegio.

Imagen: Juventud por el Clima

Un año más Juventud por el Clima vuelve a las calles. Convoca movilizaciones en todo el Estado español el próximo viernes 23 de septiembre para exigir un cambio en el sistema energético que «acerque la energía a las personas y contribuya a atajar la crisis climática».

La convocatoria se enmarca dentro de las movilizaciones globales por el clima convocadas por Fridays For Future. Viene definida por la situación crítica del sistema energético, que trae consigo la subida generalizada de los precios de la energía y los bienes de consumo, acompañado también por la inacción institucional.

Por todo ello, el movimiento climático juvenil aboga por “un cambio de modelo” que se centre en “el fomento del autoconsumo colectivo, de las comunidades energéticas y de la eficiencia energética”, que no entiende sin la “paralización de nuevas infraestructuras fósiles y la salida inmediata de España del Tratado de la Carta de la Energía”.

Demandan la construcción de estas alternativas con el objetivo de combatir una política energética que, denuncian, “supone la reproducción de un modelo centralizado y gestionado por el oligopolio energético“, que además “ha sido en gran parte responsable de la situación climática en la que nos encontramos”. Claro ejemplo es, dicen, la actitud tomada por las instituciones, que “han apostado por nuevas infraestructuras para importar más gas”, Lo que demuestra que “Los gobiernos en vez de entender esta crisis como una evidencia de lo arriesgado que es depender de los combustibles fósiles, han apostado por nuevas infraestructuras para importar más gas como la regasificadora de El Musel o el gasoducto MidCat”.

Imagen: Juventud por el Clima

Los activistas destacan que la situación actual “no afecta a todas las personas por igual”. Los efectos de ambas crisis son “devastadores para las personas no privilegiadas, pero muy llevaderos para los que se encuentran arriba de la rueda”. En esta línea, hacen especial mención a la campaña Deuda por el Clima, que exige la cancelación de la deuda que los países del Sur Global tienen con el Fondo Monetario Internacional, puesto que “les atrapa, forzando a las inversiones en sectores fósiles e impidiendo una transición justa”. Así como a Esenciales, que busca que se trate como ciudadanos de pleno derecho a las personas migrantes.

Desde Juventud por el Clima se reclama un cambio de sistema energético que ponga en el centro a las personas, los cuerpos, los territorios y la Tierra, sin dejar a nadie atrás, donde tener acceso a la energía sea un derecho, no un privilegio.