Virus respiratorios ya matan a decenas de simios por lo que se teme la llegada del coronavirus

Gorila de espaldas observa a personas en medio de la vegetación
Gorila se detiene a observar en el Parque Virunga, en la República Democrática del Congo. Los guardabosques y los turistas usan mascarillas para reducir las posibilidades de que los patógenos respiratorios pasen a los gorilas. / Foto: LuAnne Cadd – IUCN

Los grandes simios son muy sensibles a estas patologías respiratorias.

«El SARS-CoV-2, el coronavirus responsable de la actual pandemia de COVID-19, también es una amenaza para nuestros parientes vivos más cercanos, los grandes simios. Como expertos líderes en la conservación y la salud de estos animales, instamos a los gobiernos, profesionales de la conservación, investigadores, profesionales del turismo y agencias de financiación a reducir el riesgo de introducir el virus en estos simios en peligro de extinción. Pueden hacerlo aplicando las pautas de mejores prácticas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza para el monitoreo de la salud y el control de enfermedades en poblaciones de grandes simios«. Así lo subrayan en una carta publicada en Nature los expertos Thomas R. Gillespie y Fabian H. Leendertz.

Virus respiratorios habituales en humanos se han detectado por ejemplo como causa principal de muerte entre comunidades de chimpancés en zonas como el Parque Nacional Gombe Stream, en Tanzania. Los científicos han acumulado abundantes datos sobre este tipo de incidencias. El Parque Nacional Kibale, en Uganda, acogió en 2013 una epidemia que poco tiempo acabó con más de medio centenar de chimpancés de forma fulminante. El culpable había sido simplemente el rinovirus más habitual responsable del típico resfriado en humanos.

En este contexto, investigadores y expertos están llamando a extremar las precauciones para proteger a las comunidades de grandes simios que sobreviven en el planeta de la actual pandemia por coronavirus. «En la situación actual, recomendamos suspender el turismo de los grandes simios y reducir la investigación de campo, sujeto a evaluaciones de riesgos para maximizar los resultados de conservación (por ejemplo, la caza furtiva podría aumentar con menos personas en los alrededores)», subrayan Gillespie y Leendertz.