Investigadores noruegos y suízos creen que si, y que podrán generar suficiente energía para combatir la crisis climática.
Se trataría de millones de paneles solares agrupados en el mar para formar una isla gigante. Su función sería convertir el dióxido de carbono del agua marina en metanol. Y este metanol podría ser utilizado como combustible para aviones, camiones y sistemas ferroviarios no electificados. Así lo expone esta investigación conjunta realizada por científicos de Noruega y Suíza.
Se requiere una reducción masiva en las emisiones de CO 2 de la quema de combustibles fósiles para limitar el alcance del calentamiento global. Sin embargo, los combustibles líquidos a base de carbono seguirán siendo en el futuro previsible importantes medios de almacenamiento de energía.
Proponen una combinación de tecnologías en gran medida existentes para utilizar la energía solar para reciclar CO2 atmosférico en un combustible líquido. El concepto es crear grupos de islas flotantes en áreas donde las condiciones del mar no sean especialmente extremas. El proceso implicaría que los paneles solares produzcan electricidad, que dividiría las moléculas de agua y aislaría el hidrógeno. El hidrógeno reaccionaría entonces con el dióxido de carbono extraído del agua de mar para producir metanol utilizable.
¿Dónde estarían estas islas solares flotantes y cómo complementarían el sistema energético?
Los expertos proponen como zonas más adecuadas para su ubicación áreas costeras frente a América del Sur, norte de Australia, Golfo Pérsico y el sudeste asiático. En su opinión, la tecnología para construírlas está ya suficientemente desarrollada. Proponen grupos de 70 paneles solares circulares que ocuparían un área de aproximadamente casi 1.300 kilómetros cuadrados.
Según sus estimaciones, la producción de 3,2 millones de islas flotantes superaría el total de las emisiones mundiales de combustibles fósiles. De esta forma podrían suponer un exitoso método para combatir el calentamiento global creado por las emisiones de gases de efecto invernadero. A modo de ejemplo, una sola planta solar flotante podría producir más de 15.000 toneladas de metanol al año. Esta cantidad de combustible sería suficiente, por ejemplo para un avión Boeing 737 en más de 300 vuelos de 3.400 kilómetros de distancia, ida y vuelta.
Fuente:
Renewable CO2 recycling and synthetic fuel production in a marine environment
Bruce D. Patterson, Frode Mo, Andreas Borgschulte, Magne Hillestad, Fortunat Joos, Trygve Kristiansen, Svein Sunde, and Jeroen A. van Bokhoven
https://www.pnas.org/content/116/25/12212