
Los expertos reunidos en el encuentro sobre Arquitectura de Emergencia, celebrado en Londres, han tenido entre sus temas de debate el impacto de la construcción en la crisis climática.
Cada año el voraz sector de la construcción demanda más de 4.000 millones de toneladas de hormigón. Esto representa el 8% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. Y es que si el hormigón es un material extremadamente longevo, la progresiva acumulación de factores en torno a la emergencia climática multiplica el costo ambiental del hormigón. En un futuro, este costo podría ser demasiado alto.
Cuando se calculan las emisiones totales de carbono de un edificio se determina también la cantidad de carbono necesaria para construirlo. Esto, dividido entre la vida útil total del edificio, proporciona como resultado la cantidad de emisiones de carbono por año. Pero los expertos creen que en las actuales circunstancias este enfoque ya no es correcto. La deforestación o el derretimiento del hielo polar son factores que están precipitando y agravando los pronósticos más optimistas y acercando los puntos de inflexión climáticos. En este escenario, la carga de carbono frontal de los edificios de hormigón contribuye más al cambio climático de lo que pensábamos.
¿Qué materiales de construcción sostenibles dominarán el mercado en el futuro?
La lista de materiales alternativos al hormigón y que puedan sustituír su hegemonía en el sector de la construcción es más amplía de lo que podamos pensar. Incluye por ejemplo posibilidades a partir de la tierra, como los ladrillos de tierra comprimida o materiales biocompuestos, formados a partir de fibras naturales incrustadas en una matriz. El cáñamo es un buen ejemplo de biocompuesto de cannabis sativa y cal que en realidad es carbono negativo ya que el cáñamo absorbe CO2 a medida que crece.
Pero sin duda, uno de los mejores candidatos a reemplazar el hormigón en los proyectos de construcción es la madera. Técnicas como la de la madera laminada cruzada han sorprendido por su eficacia a la hora de lograr edificaciones de alturas que no se pensaba que pudieran alcanzarse con este material. Eso si, teniendo en cuenta la importancia de los bosques en el mantenimiento de la salud de nuestro medio ambiente, construir con madera requeriría prácticas forestales sostenibles. Para que la construcción con madera sea sostenible, es necesario plantar varios árboles por cada árbol que se tala. Además, según los expertos, es importante recordar que cada kilogramo de madera que construimos contiene el equivalente a 1,8 kilogramos de dióxido de carbono. A diferencia del hormigón, la madera almacena dióxido de carbono, lo que reduce la huella de carbono total de un edificio.