El plan renove contempla ayudas para un sistema obsoleto y olvida la movilidad sostenible

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Ecologistas en Acción muy crítica con la estrategia anunciada por el gobierno español.

«Mientras otros gobiernos como el británico han aportado un fondo de 250 millones de libras para infraestructuras peatonales y ciclistas de emergencia que eviten que la vuelta a la normalidad suponga un aumento del uso del automóvil, el Gobierno de España destina una cantidad similar en ayudas a que promocionan el uso del automóvil. Y no ofrece ni un solo euro a fomentar y priorizar los desplazamientos a pie y en bicicleta».

El reproche al ejecutivo español llega a mediados de junio de 2020 desde Ecologistas en Acción, recordándole que olvida la importancia de hacer apuestas por una movilidad sostenible. El colectivo cree que el dinero público destinado al sistema de transporte y movilidad «debe invertirse en medios sostenibles como infraestructuras y medidas que prioricen los desplazamientos a pie y en bicicleta y ayudas al transporte público». Recuerdan que con esta opinión, según una encuesta reciente, coincide más del 80 % de la población.

Inyección de millones de euros como parte del Plan de Automoción

Ecologistas en Acción se refiere al anuncio de ayudas al sector de automoción con inversión directa de fondos públicos de 515 millones de euros, como parte del Plan de Automoción que supondrá un total de 3.750 millones. Señalan los 260 millones que de esas partidas se convertirán «en el plan renove de automóvil más amplio jamás alcanzado» y que, subrayan, «incluirá además ayudas a la compra de vehículos de combustión interna».

El colectivo, a falta de detalles más concretos, analiza un borrador filtrado en el que se indicaría que estas ayudas llegarían a los vehículos que emiten hasta 120 g de CO2/km. «Una cifra por encima del objetivo que la UE había puesto a la industria, que debían lograr una media de 95 g de CO2/km en la flota de coches vendida en 2020».

Respecto al transporte público, el Gobierno ha anunciado 800 millones de ayudas, «pero destinadas exclusivamente a aquellos transportes que dependen de las comunidades autónomas». «Por ahora, el transporte público, que depende de los ayuntamientos, no ha recibido ningún tipo de ayuda. Tampoco ha podido acogerse a ERTE o ayudas del ICO y se enfrenta a grandes dificultades. Esto a pesar de ser un servicio público esencial y del que dependen millones de personas para realizar sus trayectos diarios», lamentan.