Llegaban a seccionar cuerdas vocales de los animales. Dos veterinarios detenidos en el marco de la operación.
Tenían 270 perros ocultos en pésimas condiciones, algunos con las cuerdas vocales seccionadas, posiblemente para que no ladrasen y los vecinos pudiesen descubrir el criadero ilegal. Así lo comunicaba en días pasados la Policía al respecto de los dos criaderos ilegales ubicados en las localidades madrileñas de Meco y Arganda del Rey.
La operación se saldó con la detención de cinco personas, entre ellas dos veterinarios, que presuntamente conformaban una de los principales distribuidores de perros a nivel europeo. Los canes se encontraban en un zulo construido en el sótano de una vivienda en pésimas condiciones higiénico-sanitarias y de habitabilidad. Actualmente los perros intervenidos se encuentran bajo la custodia de varias protectoras de animales, a la espera de la decisión judicial sobre su destino final.
Fuentes policiales indican que estos criaderos podrían llevar funcionando cuando menos diez años, período en el que se estiman unos ingresos de unos dos millones de euros a través de la venta ilegal de perros. La actividad principal se producían con las razas de chihuahua y Pomerania y la distribución de los animales alcanzaba a toda Europa. De hecho, entre los detenidos se incluye un informático presuntamente encargado de la estrategia de marketing y venta a través de internet. Como decíamos, también fueron detenidos dos profesionales de la veterinaria, cuyas actividades serían fundamentalmente destinadas a favorecer una apariencia de legalidad al negocio, a través de cartillas selladas irregularmente al servicio de estas transacciones.