Alrededor del 41% de las especies evaluadas (UICN 2019) están en peligro de extinción.
Más que incluso las aves y la mayoría de los mamíferos, los anfibios (ranas, salamandras, caecilian, anuros, etc.) están en primera línea de extinción en condiciones de clima más cálido y seco. Con la acción climática como tema del Día de la Tierra 2020 (22 de abril de 2020), un nuevo documento de investigación destaca la difícil situación de algunas de las especies de anfibios más expuestas y las deficiencias en la mayoría de los esfuerzos de conservación.
«Las poblaciones de anfibios están en declive a nivel mundial, con el uso de los recursos hídricos cambiando drásticamente la hidrología y distribución de las aguas superficiales», dice el ecólogo de agua dulce de la Universidad de Flinders, Rupert Mathwin, autor principal del estudio de revisión publicado en Conservation Biology.
«La manipulación inteligente y el manejo de dónde y cómo aparece el agua en el paisaje serán vitales para detener el declive de los anfibios». Sin embargo, muchas medidas de conservación no son suficientes para detener el declive. «Ya alrededor del 41% de las especies evaluadas (UICN 2019) están en peligro de extinción, por lo que con el cambio climático continuo tenemos que ser más inteligentes sobre la gestión del agua para mantener hábitats críticos y salvar a nuestros anfibios amenazados de la extinción», explica Corey Bradshaw, Profesor de Ecología Global en la Universidad de Flinders.
Encontrar la forma de salvar a los anfibios
«Será fundamental utilizar el conocimiento previo y cambiar la forma en que compartimos nuestros éxitos y fracasos para encontrar formas de salvar a los anfibios», apuntan los investigadores.
El artículo encontró algunos indicadores clave para el manejo futuro de la tierra:
* Ampliar el tiempo que el agua está disponible en piscinas temporales es uno de los enfoques más exitosos. Excavar, revestir y bombear agua en estanques de cría ayuda a las poblaciones.
* Los anfibios a menudo están limitados por (principalmente) depredadores de peces, por lo que restaurar los patrones de secado natural fuera de los principales tiempos de reproducción puede reducir la depredación.
* Se ha intentado rociar agua en el medio ambiente, pero parece tener un éxito limitado.
* La liberación de agua de presas a lo largo de los canales de los ríos (a menudo denominado flujo ambiental) puede dañar a los anfibios si los flujos de agua de alta energía recorren las características del hábitat y desplazan las larvas, y favorecen la cría de depredadores como los peces.
Referencia bibliográfica
Manipulating water for amphibian conservation. Autores: Rupert Mathwin, Skye Wassens, Jeanne Young, Qifeng Ye, Corey J. A. Bradshaw. Publicación: Conservation Biology.